Artículo de:
Alex Domingo.
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El pasado miércoles día 19 de noviembre de 2020 asistimos de manera virtual a las XVII Jornadas de PMI Valencia donde pudimos disfrutar entre otros, de la ponencia de Jordi Díaz, introducido por un voluntario clave en el Departamento de Patrocinio, Ximo Navarro.
Con esta ponencia se arrancó el segundo día de la Jornada Anual. Seguíamos con fuerza y ganas metiendo en la mochila el resto de herramientas necesarias para completar este fantástico viaje a lo largo de la dirección y gestión de proyectos, y que nos propuso el Manager de las Jornadas David Giner.
Jordi arrancó la ponencia reseñando la dificultad inherente a la toma de decisiones, porque pensar lo que teníamos que haber hecho en una acción pasada con los conocimientos que tenemos hoy es algo muy sencillo, que no tiene sentido si no se hace desde una perspectiva crítica, es por ello que la complejidad verdadera de la acción suele residir en el desconocimiento de acontecimientos futuros.
Puestos en contexto continuó mostrándonos la empresa Play&go Experience y su misión, con la que emprendió un camino apasionante que le permitió aportar su granito de arena a la transformación digital tanto de organizaciones como de usuarios de Play&go Experience.
Nos la mostró como una herramienta que mejora la experiencia mediante técnicas de geolocalización que permite conocer hábitos y otra información de los usuarios para reinvertir en ellos en mejoras, regalos con los que se premia a los usuarios, estos están vinculados a un consumo local de tipo regalo, descuento en comercios locales o en agencias de viajes.
La realidad aumentada y gamificación permite el aprendizaje mediante experiencias y juegos. Interrelacionando todas estas técnicas entre sí Play&go consigue –al margen de la satisfacción del cliente– su objetivo que es recibir retroalimentación por parte de los usuarios para poder identificar e implementar mejoras en la aplicación para así volver a iniciar el proceso con mayores garantías.
En resumen, es un modelo vinculante entre usuarios y organizaciones y que aporta beneficios y valor a ambos mayormente a través de la gamificación y realidad aumentada.
Jordi explicó que tuvieron bastante éxito en su objetivo como organización participando en varios proyectos con el ayuntamiento de Valencia, con ofertas como Pokemon Go, o los mini-juegos.
Hasta aquí la historia de Play&go antes del virus.
En marzo coincidiendo con el confinamiento, la gran mayoría de contratos o fuentes de ingresos se cancelan, entonces aparecen serias dudas sobre la continuidad de la empresa y sobre todo del equipo humano.
Aquí el primer reto que tuvo que afrontar fue en forma de toma de decisión, añadiéndole si cabe otro hándicap que suele jugar en contra de una correcta decisión, la premura que precisaba el momento.
Finalmente con buen criterio decidió aguantar al equipo que componía Play&go con todo lo que eso iba a suponer, renegociar pagos con el banco, nuevos préstamos, en definitiva volver a hipotecarse.
Contó la importancia de fundamentar una decisión en un pilar sólido, el suyo fue el equipo con el que consiguió revertir la situación. Remarcó el aspecto clave que adquiere el capital humano en una organización.
Con todo esto, crean un nuevo producto llamado Play and Trust, una herramienta parecida pero aportando la seguridad que la gente necesitaba en ese momento debido a la pandemia.
Un ejemplo fue la alternativa de recorrer, a través de la aplicación, algún lugar en el que debido al cierre de fronteras, no se pudiera estar físicamente, o visitar un museo o exposición, ofreciendo el conocimiento y la experiencia que el usuario necesita.
Para afianzar el mensaje que transmite, nos invitó a que hiciéramos un balance comparativo entre el tema inicial y final de ponencia para darnos cuenta de que el diálogo era totalmente diferente, mostrando a ese respecto la ratificación de que efectivamente habían conseguido reinventarse mostrando una empresa diferente y adaptada al nuevo medio.
Durante las interesantes preguntas que se hicieron al término pudimos ver como Jordi magnificaba el valor de las personas en una organización, y se ratificaba en el éxito de su apuesta por ellos en el momento más crítico que su empresa había sufrido.