Artículo de:
Ignacio Antón
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Nuestro ponente, Fernando Rodríguez, Arquitecto técnico, PMP y Last Planner Practitioner, uno de las personas más experimentadas en España en la aplicación de la filosofía Lean en la construcción, nos ofreció las claves para entender cómo se pone en marcha en una obra y los beneficios que se obtienen en consecuencia.
Las mejores técnicas actuales para construir.
El pensamiento Lean tiene su origen en la fabricación industrial, concretamente en la empresa de fabricación de automóviles Toyota. Creó esta forma de pensar en los años 50 del pasado siglo con la visión de cambiar la forma de hacer las cosas. Aunque fue Taiichi Ono su precursor, el término Lean se acuña y populariza en Estados Unidos muy posteriormente.
En esencia, ser Lean significa entregar valor implicando a las personas en ello. Ha generado corrientes de gestión en la industria manufacturera y, desde allí, se ha propagado a otras industrias, a la gestión de servicios y a la gestión de proyectos con diferentes sabores y versiones; con aplicaciones totales o parciales.
En el caso que nos ocupa, se trata de la aplicación de los principios Lean a las obras de construcción.
La primera cuestión que aborda Lean es que, para crear valor, no hay que enfocarse solo en las actividades que lo crean sino también en las que no lo crean de manera que eliminemos las actividades que solo producen desperdicio y optimicemos aquellas que no añaden valor pero que nos son necesarias.
En Lean Construction, se identifican las actividades que crean valor como las actividades de transformación.
Se diferencian éstas de las actividades que no añaden valor pero son necesarias y que denominamos actividades de flujo. En la práctica, solo las actividades de transformación están en los cronogramas de las obras mientras que las actividades de flujo no aparecen y, al no gestionarse adecuadamente, acaban convirtiéndose en restricciones del proyecto.
Las actividades de flujo se clasifican en los siguientes grupo:
- Seguridad
- Información
- Espacio
- Materiales
- Personas
- Requisitos
- Equipos
Estas restricciones se gestionan en la programación que se realiza a 4-6 semanas vista (lookahead) y en la que se requiere la participación de las personas que conocen las tareas que se van a ejecutar y tienen autoridad para gestionarlas en campo.
Este sistema de trabajo que requiere la participación de estas personas se articula a través del llamado Last Planner® System.
Este sistema aumenta el compromiso de los involucrados lo cual es una de las premisas de la gestión Lean. Para poder involucrar a todos en el momento adecuado (si no fuera así, estaríamos incurriendo en desperdicios), el proyecto se debe dividir en partes más manejables de manera que los asistentes a las reuniones de Last Planner® sean los adecuados y puedan participar activamente en las mismas.
Como consecuencia de estas reuniones, se elabora un plan que se publica en tableros un lugar visible de la obra y así hacer más transparente la gestión del proyecto.
Esta planificación intermedia es el motor de Lean construction. Se mide el cumplimiento de la programación (PPC, Percent Plan complete) y se toman medidas para mejorarlo.
Cuando ocurren no conformidades, se identifican las causas mediante los análisis de tipo A3. Dichos análisis se completan en el espacio de una hoja de tamaño DIN-A3 y tienen su metodología particular que viene de los entornos Lean manufactureros.
Otra herramienta Lean que se recomienda aplicar en las obras son las 5S. Las 5S corresponden a 5 palabras en japonés que indican el orden en el que se deben llevar a cabo las tareas para mantener un espacio limpio y ordenado.
Estas tres formas de trabajo Lean que se han mencionado anteriormente, se integran dentro de los procesos que actualmente plantea PMBoK.
- El Last Planner®, lookahead medición de PPC, formarían parte de los procesos de planificación y control de tiempos y recursos.
- Los análisis A3 son una herramienta a integrar como parte de los procesos de calidad.
- Las 5S se gestionan como parte de las actividades de seguridad y salud de una obra.
Finalmente, Lean construction va empujando en la dirección de aumentar la colaboración entre los participantes en la obra y llega el punto en que la integración tiene que hacerse más arriba y no solo en la planificación de la ejecución de la obra sino en el momento de la concepción del proyecto.
Para poder gestionar los proyectos de forma Lean a lo largo de todo su ciclo de vida, se promueve el concepto de IPD (Integrated Project Delivery) el cual requiere la asociación de los actores más relevantes (promotor, constructor, diseñador y project manager) en etapas tempranas del proyecto para planificar su mejor planificación.
Esta reunión inicial redunda en una mejor predicción de los costes y los plazos de la obra así como una mejora de los mismos al permitir buscar óptimos globales del proyecto en lugar de óptimos locales.
Si quieres saber más sobre Fernando Rodríguez, te dejamos aquí un enlace a la entrevista.